martes, 3 de mayo de 2022

EL DESESPERADO GRITO DE TRAIDORES ES PROPAGANDA

Por: Eduardo Sadot
Catedrático de Derecho, UNAM
Colaborador de Revista Divergencia

Es escandaloso el linchamiento del gobierno actual y sus feligreses contra quienes piensan diferente; el presidente se asume poseedor de la verdad y nada menos que la verdad, también se considera a sí mismo como el sacerdote, fiel interprete de la voluntad del  «señor» pueblo, a ese que ha dado en llamar al pueblo bueno y sabio para luego, cínicamente, asumirse como la encarnación del mismo.

Como el sastre que presume su obra. Además, dice que es una maravilla, que lo confeccionó para un gran hombre; para el mejor del mundo, que para eso se esforzó, que para él trabaja y que a nadie le quedará mejor que para el que fue fabricado y luego, de tanta alharaca, se lo pone y dice que lo hizo para él.

La traducción literal, el significado y explicación de la estrategia de campaña de MORENA:  «traidores» las palabras traidor, traición, engaño, mentira, felonía, alevosía, perfidia, perjurio, ingratitud, prevaricación, apostasía, deserción y defección son sinónimos que contienen el significado despreciable de la conducta humana más deleznable entre los seres humanos, abunda la literatura de traidores desde Caín, Judas, Brutus, Picaluga; Karel Curda, Efialtes de Tesala, Benedict Arnold, los esposos Rosemberg y la lista es interminable. Pero los mexicanos que disienten no. Quienes traicionan y mienten son despreciados y repudiados por la sociedad; desde palacio mienten y eso sí es traición. «Se puede engañar a muchos mucho tiempo, se puede engañar a pocos poco tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo» -Abraham Lincoln.

El linchamiento de diputados al grito de «Traidores» tiene su origen en la «geniales ocurrencias» del millonario artífice propagandista del presidente «Epigmenio». Campaña desatada para fomentar y explotar la división entre hermanos mexicanos; para posicionar una campaña criminal para los estados en elecciones. El tema es el desprecio a los «traidores», pero – que no a la patria ni a México – al dictador, porque ya manejaron indistintamente: Patria, Pueblo y Obrador, queriendo confundir a los que la compren y se dejen; que son lo mismo. Me pregunto: si Epigmenio o el mismo presidente cree que esa campaña les hará pasar a la historia dignamente, pasarán, pero no creo que con dignidad.

El berrinche del habitante de Palacio le llevó a la desafortunada ocurrencia de decretar «traidores» a quienes votaron en contra de su reforma energética, esa misma ruta de ocurrencias y proclividad a condenar a  «todo lo que no le guste». Como el aeropuerto de Texcoco resulta ser solo un pretexto electorero, porque esa mentira más que la de que «defiende el litio» cuando está en el artículo 27, desde antes de que nacieran sus ancestros en España y por Carranza, antes de que naciera él, es una mentira más.

La traición comienza con la mentira. Miente quién para alcanzar sus propósitos miente a sus víctimas, acusar de traidores a quienes no piensan como él para enardecer la ignorancia de algunos mexicanos. Esto es más grave que cualquier traición por parte del gobierno de las mentiras. Sembrar el odio y el rencor entre los mexicanos es traición a la Patria y ese sí merece castigarse con todo el peso de la ley.

No se confunden, tampoco es vergüenza, ni asco, ni desprecio; es ignorancia de quienes creen tener la verdad y creen que cumplir un capricho de un ignorante y necio les hace salvadores de la Patria porque no saben que la salvación de la Patria esta garantizada en la Constitución. Que no nos la vendan producto de su ignorancia y fanatismo, en su afán de adorar a su mesías. Les han hecho creer que él viene a salvar a la Patria cuando muchos mexicanos y generaciones antes que él ya lo hicieron, ¡vaya ignorancia! Prohibido pensar diferente, condenan a quien lo haga en el más puro estilo tiránico como forma de vida y de gobernar.





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