Est. Lic. En Sociología #UNAM
Colaboradora de #RevistaDivergencia
Amarillo, rojo, verde y, nuevamente, amarillo, la cotidianidad depende del color del #semáforo epidemiológico, el cual está en constante cambio. Todo resulta incierto, ¿tendré trabajo mañana?, ¿podremos volver a las aulas?, ¿existe un final para la pandemia?, no hay respuestas, solamente incrementan las dudas.
Crisis sanitaria, humanitaria, personales, de desigualdad, económica o política, son algunas de las presentaciones de la «crisis», lo cual, debido a la #pandemia, se han presentado de forma masiva en miles de personas y decenas de países, aunado a consecuencias en los distintos ámbitos.
Pero, ¿qué es #crisis?, la Doctora María Lucila Swampa la define como «una fractura entre lo que acontece en el tiempo presente, los patrones precedentes y las posibilidades que arroja el futuro cuando no cabe pensar en una continuidad. Así, las crisis ponen de manifiesto un estado de agonía de determinadas cosmovisiones estructurantes tanto de nuestras prácticas teóricas, como de nuestras experiencias históricas».
La autora parte del planteamiento del Historiador, Reinhart Koselleck el cual remite a un futuro incierto y a la importancia de la crítica, ¿por qué abordarlo? Porque la #crisis no sólo es un momento de ruptura es, a su vez, una posibilidad de #reconstrucción.
Estamos en un #momento decisivo, en el cual los ricos están incrementando su fortuna y, por otro lado, las cifras de #pobreza extrema se acrecientan, los niños y jóvenes más pobres no pueden seguir estudiando, la violencia intrafamiliar es cada vez mayor y las protestas son el día a día.
La crisis tendrá un fin, pero el actuar de los #gobiernos en conjunto con la ciudadanía forjará las nuevas problemáticas a las que nos enfrentemos en el futuro.
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