Por: #ZaidaVillanueva
Est. Lic. Derecho #UNAM.
Colaboradora de #RevistaDivergencia
En México, aproximadamente #desaparecen 13 personas al día; dichas desapariciones pueden darse por diversos contextos, sin embargo, sigue siendo preocupante el paradero o siquiera la identidad de estas personas.
En este sentido, en nuestro país se ha vuelto todo un tema que se ha convertido en un reto enorme a lo largo de los años, pues el #gobierno mexicano a reconocido (claro, con sus reservas) que se atraviesa por una crisis, la cual se ha tratado en coadyuvancia con la Comisión Nacional de Búsqueda, así como de diversas organizaciones internacionales, familias para una búsqueda con mayor probabilidad de eficacia.
No es una verdad sabida a medias que en México se ha observado un aumento exagerado en la #violencia de tal modo que ha encontrado crecer a magnitudes catastróficas y por tal, modificado los móviles por los cuales se realizaba; antes la desaparición estaba más ligada a una letalidad estatal que se concentraba en los opositores políticos, ahora, en las democracias neoliberales los grupos más afectados son las clases bajas y grupos racializados.
Se sabe que la desaparición no es un mal que sólo afecte a las mujeres, que no distingue sexo ni edad, sin embargo, se abordará desde la perspectiva de la #mujer como grupo vulnerable.
Aún cuando la cifra de desaparición es más elevada en hombres (esto desde el 2007), es preocupante la desaparición de las mujeres pues, según datos reflejados en la versión pública de consulta sobre las personas desaparecidas en México el 90 por ciento o más (de las #mujeres víctimas de desaparición) tienen entre 10 y 17 años, lo cual ha generado en las autoridades la hipótesis de trata de personas.
En este tenor, se ha observado desde hace tiempo que la desaparición de #niñas se mantiene como una constante mayor a la desaparición de niños, pues en la misma tendencia de edades, por cada dos niños desaparecidos hay tres niñas en esta misma situación, pero ¿por qué están desapareciendo?
Si bien ya existen algunas teorías que intentan explicar el incremento de la violencia en México a partir de factores #políticos o económicos, estas mismas no alcanzan a explicar las formas de violencia contra las mujeres tales como la comunitaria, los feminicidios o bien, la desaparición de niñas y adolescentes.
A inicios de febrero, al hacer una consulta en la versión pública de la #CNB, arrojó que el total de mujeres desaparecidas en ese momento era de 85, 171, al 20 de febrero del año en curso han desaparecido 278 mujeres más, dándonos un total de 85,440.
Así pues, en el año en curso, el rango medio de edad más crítico de las mujeres que se encuentran en calidad de desaparecidas va de los 10 a los 19 años, cifra que se contabilizó desde 1964 hasta el actual, lo cual, nos hace mantener la hipótesis antes mencionada por las #autoridades, hay una mayor posibilidad de que dichas niñas y adolescentes sean víctimas de la trata de personas que puede desencadenar en prostitución, explotación sexual, turismo sexual, entre otras.
Como mencioné antes, el hecho de que este fenómeno esté proliferando no se aborda únicamente desde un tratamiento político o económico generalizado, sino que, se puede atender desde una perspectiva #feminista pudiendo dilucidarlo y responder las dudas a través de la existencia de una economía de desposesión de vidas humanas para la acumulación de capital, la cual produce formas especificas de violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes así como la violencia sexista, el racismo y clasismo por parte de los agentes estatales que se encargan formalmente de darle tratamiento a la violencia machista.
Esto es, en palabras más coloquiales, la necesidad de generar una ganancia a costa de un grupo en un evidente estado de #vulnerabilidad resulta más sencillo que buscar generarla de otra forma, asimismo, el público que consume dicho contenido provoca que cualquier forma de agresión se vuelva rentable.
Pero no sólo juega un papel importante dicha célula, sino que las autoridades correspondientes tampoco están trabajando con la tan mencionada <<perspectiva de #género>> pues, de las personas desaparecidas, que tienden a ser mujeres, la mayoría es revictimizada dentro de las instituciones, pues aún no nos logramos desapegar de las conductas machistas, clasistas e incluso racistas.
El buscar a una persona en México es similar a querer encontrar una aguja en un pajar, pero es necesario dejar de encontrarnos con trabas dentro de los procedimientos correspondientes y atender la búsqueda de manera inmediata, existiendo incluso, conocimiento pleno de que las primeras horas de desaparición son clave para dar con el paradero de la persona. En el caso que abordo, respecto de las niñas, adolescentes y mujeres, la búsqueda inmediata podría frenar los diversos actos ilícitos ya mencionados, así como (y lo más importante) preservar la #integridad y salud psicoemocional de las víctimas.
![Puede ser un primer plano de niño(a)](https://scontent.fmex25-1.fna.fbcdn.net/v/t1.0-9/157620504_4089069131125499_3669415754414683253_n.png?_nc_cat=109&ccb=1-3&_nc_sid=730e14&_nc_ohc=kOaQzzUzJLMAX92yEtI&_nc_ht=scontent.fmex25-1.fna&oh=c512151ed8ffb9c7c999422742676679&oe=606E3A0E)
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