miércoles, 10 de noviembre de 2021

EL MONOPOLIO DE LA INFORMACIÓN LO HIZO DE NUEVO

Por: #AndreaUribe
Est. Lic. en Sociología #UAMXochimilco
Est. Lic. en Derecho #UNAM
Colaboradora de #RevistaDivergencia


El veintisiete de septiembre de este año, un pseudoreportaje presentado por Javier Alatorre y «preparado» por el «reportero», Daniel Sangeado, dio mucho de qué hablar dentro de la comunidad universitaria, esta nota comienza señalando que la UAM, la UNAM y el IPN, supuestamente, «no han estado a la altura de las circunstancias», dado que, a más de un año del comienzo de la pandemia, las autoridades administrativas habían descartado el regreso a clases presenciales.
 

Sin embargo, a Daniel Sangeado se le olvidó que un reportaje tiene como finalidad difundir información objetiva y veraz sobre un tema específico; estuvieron increíbles las cifras que proporcionaste sobre los supuestos 53 mil 900 estudiantes que nos mandaron a casa, así sin más, pero se te olvidó nombrar a los otros 1 mil 100 estudiantes, que conformamos los 55 mil universitarios y estudiantes de posgrado que, desde abril de 2020, hemos integrado en conjunto el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER) que implementó la UAM, con el objetivo de continuar con nuestra formación académica, aún a la distancia, también olvidó mencionar a los más de 5 mil alumnos que han sido beneficiados con becas en especie para poder formar parte del PEER, omitió nombrar a más de 9 mil estudiantes que recibieron apoyos para tener conexión a internet y tampoco hizo referencia a los 4 procesos de selección de aspirantes que se han llevado a cabo durante este lapso, entonces, ¿quién no ha estado a la altura de las circunstancias?

Me impactaron las cifras presupuestales que mencionaste, pero, ¿por qué no mencionaste tus fuentes?, por cierto. No obstante, también te olvidaste de las constantes luchas que tienen las universidades con el gobierno federal para evitar los recortes presupuestales, que ahí si comprometen el nivel de la educación y las investigaciones que emanan de estas casas de estudio, deberías, tal vez, hacer una investigación sobre estos recortes presupuestales y descubrir a dónde va ese dinero, el dinero de tus impuestos, como bien dices, esos son verdaderos reportajes, aquellos que requieren de pensamiento crítico, dedicación y profesionalismo.

Por otro lado, no está de más hacer de tu conocimiento que, desde 1973, la UNAM ha implementado –y constantemente renovando- a través de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia, un sinfín de programas que impulsan el modelo de enseñanza-aprendizaje con un enfoque dirigido hacia la formación de profesionales autodidactas, así que la pandemia y las clases a distancia fueron un reto menos complicado para esta universidad, además de que contamos con una de las mejores plataformas de aulas virtuales en el país.

Fuiste muy inquisitivo en mencionar que nuestros profesores son muy puntuales en cobrar su sueldo, cuéntame, ¿tú trabajas sin uno?

Hablando de estos supuestos «desperdicios presupuestales» -ya que al parecer, para ustedes es un despilfarro asignar un sueldo a los profesores investigadores de la UAM, la UNAM y el IPN-, el más claro ejemplo nos lo ha puesto el «comunicador estrella» de TV Azteca, Javier Alatorre, es una pena que te atrevas a atacar -porque tus palabras no merecen llamarse crítica- a dos de las instituciones que te abrieron sus puertas, principalmente la UAM Xochimilco, que te recibió en sus aulas para formarte en la licenciatura que, por cierto, ejerces de la peor de las maneras posibles, eso sí es un desperdicio, ver que todo el enfoque social que debiste haber aprendido durante tu carrera lo hiciste a un lado para agachar la cabeza ante los intereses de un monopolio en materia de comunicación que se caracteriza por su amarillismo, su falta de ética y la manipulación de la información.

En la UAM nos enseñan que el conocimiento debe ser compartido y difundido de manera responsable, con ética y siempre en aras del desarrollo social. Si la comunidad universitaria debe estar avergonzada de algo, no es de los profesores que siguen percibiendo su salario por levantarse cada mañana a seguir formando profesionales, tampoco de los estudiantes que diario buscamos la forma de adaptarnos a esta nueva modalidad de estudios, ni de nuestros tutores de carrera que nos proporcionan las herramientas de estudio necesarias para absorber todo el conocimiento posible, aún sin ir a la escuela; si de algo debemos estar avergonzados es de saber que una persona como tú, pasó por nuestras aulas.




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