Por #FrydaHernández
Médico Cirujano
Colaboradora de #RevistaDivergencia
Es curioso, la efervescencia de #pertenencia mexicana cuando llega septiembre es fuerte, solemos recobrar el sentido de #orgullo y celebramos a #México, y aunque en este momento soy víctima del síndrome <<patriótico>>, me reconforta el hecho de que todavía podemos ser capaces de sentir a México en un día cualquiera.
México está en los sonidos, colores, #sabores y texturas que vivimos a diario, los hemos hecho tan nuestros y cotidianos, que al mudarnos a un lugar diferente, o modificar nuestra rutina y alejarnos de nuestros horarios, su #ausencia se visibiliza.
Alguna vez hemos despertado con el #cantodeungallo, la música del vecino mañanero o el sonido del carrito de los #tamales con su <<lleve sus ricos tamales… >>; a lo largo del día, no pueden faltar los gritos del señor que vende #gas, agua, el #campaneo del camión de la basura, los que compran << colchones, tambores, refrigeradores o algo de fierro viejo… >>, y en la noche, el sonido de la música de << El panadero con el pan>>.
Y cómo olvidar esa adrenalina cuando estás contra reloj porque sientes que ya no alcanzas a la camioneta que pasa por tu vecindario vendiendo; donas, elotes, esquites, patitas, alitas o al de los camotes. Hemos sido salvados por los #puestos de comida, de regreso de una jornada pesada, en las calles, el metro, las #paradas de autobuses, combis o peseros, no pueden faltar los #tacosdecanasta de 3 por 15 pesos, las gorditas, las quesadillas, los tlacoyos o sopes, y que de manera exprés son como un vuelve a la vida.
Los mexicanos conocemos el horario y el #propósito de cada tipo de #taco; los de carnitas en la mañana, los de pastor en la noche, para el bajón y los de barbacoa se compran los domingos para la cruda.
Somos testigos de la comida que preparan nuestros vecinos, pues durante nuestro viaje hacia la tienda, el mercado o por los mandados, al menos alguna vez hemos intentado distinguir si ese olor que sale de la casa se trata de un arroz, una sopa o un caldo.
Los días se pintan de una gama distinta de colores, los podemos ver en el cielo, las flores, los paisajes, en las casas multicolores, la ropa de la gente, los carros tuneados, los cabellos pintados y en los #tianguis. Todas estas particularidades son las que hacen ser a México un país irrepetible, diverso, divertido, que se vive, se siente y se percibe a través de los sentidos
México atraviesa la barrera del objeto y se aprecia subjetivo.
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