Por: #RicardoLides
Lic. Sociología #UAMXochimilco
Director Editorial #RevistaDivergencia
«El hombre que ha llegado al extremo de reconocerse a sí mismo en todos los seres, considera como suyos los sufrimientos infinitos de todo lo que vive. Se apropia así del dolor del mundo». -A. Schopenhauer.
Al paso de los años, la cultura mexicana ha tenido una #identidad cambiante, desde la nacionalista a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, la cual influyó en una configuración del patrón de «lo mexicano» para obtener legitimidad y seguir perpetuando el poder, hasta la actual, donde los medios de comunicación -entre otros factores-, en especial las diferentes redes sociales, han tenido un gran impacto en la sociedad para que los individuos vayan perdiendo identidad sobre las #causas o hechos sociales que atañan el bien común.
Es cierto que, desde hace ya varios años, las y los #sociólogos han dejado de aportar tesis – en algunos casos - que puedan apoyar a la resolución de los problemas económicos, sociales, culturares y políticos del país, ya que éstos se siguen operando bajo condicionamientos tradicionales, porque la mayoría de los sociólogos de este lado del mundo (México y el resto de América del Sur), reflexionan bajo una crisis de identidad con base en la #esperanza, recordando que, según Nietzsche, «...la esperanza es el peor tormento de los hombres, pues prolonga el sufrimiento...», de modo que la reflexión sociológica se ve limitada por la incertidumbre de identidad, es decir, está en peligro el acopio de #tesis relevantes para el beneficio de la sociedad y de la sociología misma.
Véase el caso apenas ocurrido hace algunos días, donde estudiantes de primer grado de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), vieron interrumpido su plan de estudios por decreto del rector de la universidad, Juan Eulogio Guerra, pues argumenta que es una #carrera «pasada de moda», aunque éste negó, tiempo después que no fue él quien dijo tal afirmación, «echándose la bolita» entre el Consejo Académico y el rector. Hasta el momento, no hay una respuesta favorable para los estudiantes y académicos de dicha diciplina.
Por otro lado, no se trata de que una carrera esté «pasada de moda» o no, el punto focal del asunto es, sin lugar a dudas, los beneficios sociales que puedan llegar aportar tal o cual carrera, siendo la sociología -una de tantas- la que tendría que aportar tesis sobresalientes para el #bien común.
Se tiene que #romper el paradigma de analizar y #reflexionar desde una identidad del Estado Nación, con una tradición de la dependencia, la cual postula que las estructuras de gobierno, las formas de educación, instituciones culturales y/o condiciones económicas, resultará en un conjunto heterogéneo unido por la identidad histórica nacionalista.
Se tiene que emplear una sociología con una identidad por la #actuación del bien común y la libertad, «porque los individuos en el momento mismo en que toman conciencia de la multiplicidad de sus necesidades y exigencias, advierten también los beneficios que logran desarrollando su actividad los unos en comunicación con los otros, surge así, una sociedad con el fin de actuar el bien común», por lo tanto, la sociedad humana es razón del medio para el hombre; y no viceversa, por lo tanto, se tiene que promover la #empatía para comprender las necesidades que persisten en nuestra sociedad, haciendo un llamado a unir la fuerzas que conduzcan a una acción o #cambio social.
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