Lic. Economía #UNAM
Colaborador de #RevistaDivergencia
El pasado 12 de noviembre se publicó el anuncio de #política monetaria del Banco de México, el cual pauso los recortes de la tasa de interés que habían iniciado el 15 de agosto de 2019 y que llevaban 11 ocasiones de recortes. Durante este tiempo la tasa de interés pasó de 8.25% a 4.25%. La postura del Banco Central con dicha política era impulsar el #crédito con la finalidad de impulsar la actividad productiva, la cual fue severamente dañada por la pandemia mundial.
Sin embargo, a raíz de las presiones inflacionarias, la junta del banco consideró prudente pausar los #recortes. Por ejemplo, la inflación pasó de 4.01% a 4.09% de septiembre a octubre, es decir, se encuentra por encima de la meta inflacionaria del Banco Central, la cual es de 3%. Por otro lado, los recortes de las tasas de interés no se reflejan necesariamente en un aumento del crédito bancario. Para ilustrar mejor, podemos señalar el intercambio de #acusaciones entre el presidente de la asociación de banqueros, Luis Niño de Rivera, dicho sea de paso, integrante del Consejo de Administración de Banco Azteca, y el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, respecto al bajo nivel de crédito canalizado a la industria. Dicho de otra manera, los bancos no están prestando a pesar de la reducción de la tasa de referencia.
En cuanto el #gobierno federal, éste goza de una imagen respetable en los mercados financieros internacionales, derivada de la nula participación de este en las decisiones de la junta de gobierno del #Banco Central, aunque todavía surgen dudas respecto a una intervención más activa. Debido a la postura de algunos agentes del gobierno en utilizar las reservas internacionales que se encuentran resguardadas por Banxico con la intención de canalizarlas a Pemex. De hecho, el monto de estos recursos son 194 mil 361 millones de pesos, en efecto, una cantidad importante, pero que constitucionalmente imposibles de tocar por el momento.
Por otra parte, cabe señalar que al final de este año se dará por terminado el periodo de Javier Guzmán como integrante de la junta de gobierno, por lo cual el presidente tendrá que proponer a un #nuevo integrante. Entre los nombres que se han barajado en la prensa se encuentran, Patricia Armendáriz, empresaria e integrante del grupo negociador del TLCAN; Galia Borja Gómez, tesorera de la Federación y Claudia Álvarez Toca, Directora General de Contraloría y Administración de Riesgos; Lorenza Martínez Trigueros ex subsecretaria de Industria y Comercio en la Secretaría de Economía y Victoria Rodríguez Ceja, actual Subsecretaria de Egresos en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y, por último, aunque con menos probabilidades, Arturo Herrera, actual Secretario de Hacienda.
En síntesis, el papel del Banco Central ha sido fundamental para enfrentar la crisis ocasionada por la pandemia, aunque parcial, dado el bajo nivel de #crédito de la banca comercial. Además, será relevante dar seguimiento a los nombres de posibles funcionarios para ocupar la vacante de la junta de gobierno, quizá podría llegar un perfil más heterodoxo que impulse de nueva cuenta la #reducción de las tasas de interés. Finalmente, así como serán importantes las elecciones intermedias, la propuesta de renovación de la junta será sustancial para conocer la relación que sostendrán el Banco Central y el gobierno federal, ya en su segunda mitad.
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