viernes, 11 de septiembre de 2020

LA MODA HIPÓCRITA, FAST FASHION

Lic. Relaciones Comerciales #IPN
Colaboradora en #RevistaDivergencia
La mayoría de los consumidores tenemos por lo menos una prenda en nuestro guardarropa denominada bajo el concepto <<Fast Fashion>>, incluso podrías estar usando ahora mismo una mientras lees esto, pero ¿sabes qué es el #FastFashion?
El concepto <<Fast Fashion>> conocido también como Moda pronta o Moda Basura, se refiere a la producción #masiva de ropa dirigida a un mercado indiferenciado, cuyo objetivo no solo se centra en la aceleración de ventas e incremento del flujo de efectivo por medio de la recompra, sino que además tiene como propósito crear la mayor cantidad de #tendencias posibles en un periodo de tiempo breve, promoviendo una competencia agonizante en la industria.
Dichas tendencias, promovidas inicialmente por marcas de #lujo, son prendas que sin importar su valor monetario se caracterizan por la baja #calidad de materiales en su elaboración y su obsolescencia. Se han creado colecciones enteras con vigencia menor a 15 días, llegando a repetir el ciclo hasta 52 veces por año, un número que incrementa si se adhieren las miles de marcas que trabajan sobre el mismo concepto, dejando ropa #obsoleta e inservible en millones de basureros de consumidores.
Este concepto ha dejado entre sus consecuencias, la insostenibilidad de la industria #textil, que se ha vuelto una de las más contaminantes en el mundo además de contribuir al impacto ambiental con más de 700 billones de Kg de CO2, durante el último lustro. Sin embargo, ¿cómo logra el fast fashion su objetivo?
Es sencillo pensar en las marcas de ropa que hoy en día son tendencias, muchas de ellas dirigidas al público de niveles socioeconómicos medios y completamente #aspiracionales como: Berska, Pull & Bear, H&M, Zara, Top Shop, Primark, Mango, Forever 21, Shein, entre otros; convirtiendo en el mayor reto identificar qué hay detrás de la #mercadotecnia que agiliza la recompra exprés de los consumidores: la baja calidad y la temporalidad.
En el estudio de <<Pulse of the fashion industry 2019>> publicado en la Global Fashion Agenda y realizado por Boston Consulting Group y Sustainable Apparel Coalition, se destaca que la industria no ha implementado soluciones sustentables con la suficiente rapidez para disminuir el impacto ecológico que ha crecido en un 400% durante los últimos 20 años; que el 75% de los #consumidores está comprometido con adquirir productos de marcas sustentables y que beneficien al desarrollo social, y que uno de sus hechos apunta a que más de un tercio ha cambiado de marca para beneficiar al medio ambiente. Entonces, ¿por qué el Fast Fashion, sigue siendo un problema real?
La industria de la moda tiene más poder del que imaginamos en nuestra vida, desde la modificación de nuestros hábitos de compra, hasta la de #leyes y permisos que hacen que la industria esté destruyendo la sostenibilidad de nuestro contexto social. Tiene tal impacto en nuestras decisiones de compra que hace que nos convirtamos en consumidores hipócritas, haciendo que demos respuestas atinadas y pensadas a estudios y encuestas sofisticadas, sobre lo que queremos en las marcas (sostenibilidad, calidad, practicidad, etc.), pero demostremos que cuando se trata de estar en tendencia, a la moda y sentir el reconocimiento de nuestros círculos sociales, adquiramos los mismos productos que dijimos nunca compraríamos.
Lo cierto es que los principales consumidores de esta moda idealizan a las marcas que trabajan bajo el concepto y las cuales hacen sentir en un mayor #estatus social al comprador, por lo que a pesar de que muchas personas sepan que lo que están adquiriendo no es de la calidad que se presume o está sobrevalorado, los compradores seguirán pagando y vistiendo estos artículos.
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