martes, 12 de mayo de 2020

ALEMANIA: LA PRIMERA LUZ

Por: #MauricioVillanueva
Est. Ciencias de la Comunicación #UNAM.
Director de comunicación #RevistaDivergencia
Después de casi dos meses de inactividad, el fútbol mundial comienza su reconfiguración hacia la nueva normalidad. En algunos países se opta por terminar los torneos; otros planifican nuevos calendarios que les permitan explotar el verano; la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) mete mano al reglamento y permite cinco cambios por partido; y los dueños del espectáculo más rentable del planeta están ansiosos por pasar, una vez más, sobre la parte humana del #deporte.
El regreso a las canchas, así como a clases o a las oficinas, más que lejano luce nublado. Europa inicia su #recuperación de la pandemia del COVID-19 al tiempo que Latinoamérica llega a la etapa crítica, y será la primera zona de fútbol élite en recuperar actividades: la Bundesliga de Alemania se reanudará el sábado 16 de mayo. 
Sin embargo, el buen augurio germánico es un caso aislado: Francia y Holanda decidieron terminar su #torneo, acatando la recomendación que en semanas anteriores emitió la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) para que, de manera autónoma, cada país determinara a sus campeones y clasificados a los torneos internacionales para el ciclo 2020-21, con base en sus resultados acumulados hasta el último partido.
España, Italia, Portugal e Inglaterra también son ajenas a un escenario positivo, pues aún mantienen el debate sobre la pertinencia de retomar los #juegos en un futuro cercano. Aunque siguen a merced de sus autoridades sanitarias, mediados de junio es la fecha tentativa. 
La UEFA, además, ha propuesto terminar la #Champions y la Europa League la última semana de agosto. Pero para tal propósito, las ligas tienen que retomar sus jornadas restantes (9 u 11 en algunos casos) a más tardar el 20 de junio, y que así los equipos participantes puedan completar ambos compromisos (aunque tengan que jugar cada tres días).
Al otro lado del Atlántico, México depende del dictamen del 1 de junio. Se han manejado varias posibilidades de cómo podría darse el regreso: directo a la Liguilla; jugando las jornadas faltantes cada 3 o 4 días; o, en un escenario menos deseable, recorrer el #calendario e iniciar el siguiente torneo en septiembre u octubre y no en julio como normalmente se hace.
Todas las #alternativas, hasta la alemana, tienen un común denominador: el fútbol a puerta cerrada, sin público. Pero si se cuenta a los jugadores, cuerpos técnicos, personal del estadio, árbitros, comisarios de la liga y prensa, un partido a puerta cerrada involucra cerca de 150 personas, cifra ante la que no se puede ser indiferente. 
Frente a este probable amotinamiento de fútbol para el verano, la FIFA ya puso su granito de arena con la creación de una #ley transitoria que permitirá a cada equipo realizar cinco cambios por partido durante 2020. Esto manifiesta que el máximo organismo del futbol entiende que se regresará a marchas forzadas, lo que indudablemente cobrará factura en los jugadores.
El siglo XXI se ha caracterizado por la #mercantilización del balompié (sueldos exuberantes, fichajes de alarido, sobreexplotación del futbolista y precios poco accesibles para el público), priorizando los beneficios económicos de la publicidad y las transmisiones por televisión sobre la integridad del futbolista, y ante lo extraordinario de esta situación no hay una nueva narrativa. 
En lugar de permitir más cambios, o abolir el VAR, la FIFA debería abogar por la #integridad del deportista y exhortar a las confederaciones a finiquitar las competencias locales (como en su momento la UEFA recomendó) en vez de planear calendarios con tres juegos a la semana sólo para cumplir con el ya de por sí estrecho itinerario y rellenar las arcas de los magnates del balompié. 
Por ahora, el escenario predominante sólo augura más de lo mismo: #deshumanización del futbolista y prevalencia del negocio. No se trabaja en cómo suplir la gran ausencia que acarreará el futuro para el fútbol: el público. Se está pensando al futbol como mero #producto, bajo la creencia de que las transmisiones reproducen sólo un tablero y no las emociones inherentes a esta fiesta de las masas, y por eso entre más partidos, mejor. Regresa el espectáculo, quien sabe en qué condiciones; Alemania nos dará luz al respecto.


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