viernes, 8 de mayo de 2020

CALDERÓN SÍ SABÍA

La #pandemia de COVID-19 irrumpió en el escenario internacional y nacional a tal punto que la mayoría perdió la noción del pulso político en Norteamérica, sin embargo, la política no se detiene y la agenda rumbo al martes 3 de noviembre va como tren desde la Casa Blanca.

La detención de Genaro García Luna es una joya en el timing electoral mucho más potente incluso que la extradición del Chapo Guzmán, pues del desenlace del juicio contra el zar de la seguridad pública en el calderonato podría caerse toda una casa de cartas en la política antidrogas entre #México y Estados Unidos.

A finales de 2019, García Luna fue formalmente acusado por declaraciones falsas y conspiración de tráfico de cocaína en un corte federal de #Brooklyn. Cuando muchos habrían esperado que aceptara cooperar con la justicia estadounidense y apegarse a un protocolo de testigo protegido, el más grande productor de series policiacas de México escogió la vía de declararse inocente y enfrentar un juicio que podría destapar la caja de pandora.

Desde entonces, la opinión pública se ha encendido con mucha fuerza contra el expresidente Felipe #Calderón, cuestionando el deslinde del mismo respecto a las acusaciones de su mano derecha en la guerra antidrogas, dejando en entredicho la ya de por si cuestionable y sumamente reprochada guerra contra el narcotráfico que le ha costado al país 250,000 vidas.

El mes de mayo sorprendió al círculo íntimo de Calderón con una entrevista de #Proceso a Roberta Jacobson, ex embajadora de Estados Unidos en México y entonces corresponsable de la aplicación de la Iniciativa Mérida, señalando que el gobierno de #CalderónSiSabía, tanto o más que Estados Unidos sobre la relación de García Luna con el crimen organizado. Este sismo ha sacudido tan fuerte que ha hecho emerger desde los escombros del olvido las investigaciones de Anabel Hernández y Lydia Cacho, quienes señalaron (incluso de frente, como manifiesta Cacho) que el Secretario de Seguridad Pública estaba involucrado en actividades ilícitas e incluso podría resultar ser el responsable de un atentado y no accidente aéreo en el que fallecieron Juan Camilo Mouriño (presidenciable) y José Luis Santiago Vasconcelos, quienes también habrían advertido a Calderón acerca de García Luna.

El escándalo de Genero García Luna podría poner en entredicho la efectividad de la Iniciativa Mérida y el compromiso antidrogas que tanto vociferaron Calderón y #Obama como compromisos centrales de su administración; el caso del operativo Rápido y Furioso es un ejemplo de ello.

El efecto que este caso puede provocar en la elección presidencial no es cosa menor, dado que podría salpicar a la administración de Barack Obama y golpear como un misil en la candidatura de Joe Biden, quien fuera su vicepresidente de 209 a 2017. Si bien, Obama ya alertó en el war room de Biden que no sería conveniente atacar a #AMLO dada su gran aceptación en el voto latino (62% mexicanos) por presidente de México, a pesar de la cercanía con Trump.

Si la fortaleza en la cooperación entre López Obrador y Trump ya es una amenaza a la campaña de #Biden, la caída de García Luna podría amplificarla, pues, si la investigación alcanza a Calderón y a sus generales de la guerra mediática, podría también salpicar a Obama, Biden, y sus canales compartidos en la red de Soros, quienes se han manifestado abiertamente anti-Trump.

Si el caso de García Luna sube de tono, habrá que arrojar a Calderón debajo del autobús; esto es, que el propio Obama Team termine lavándose las manos e incluso acusándose engañados por Calderón. La #moneda está cayendo águila y a alguien podría ya no calentarle el sol.

La imagen puede contener: 2 personas, de traje

No hay comentarios:

Publicar un comentario