Por: #AlejandroHernández
Lic. En Matemáticas Aplicadas y Emprendedor #UNAM
Colaborador de #RevistaDivergencia
De forma natural aprendimos a usarlas, desde antes de nacer escuchamos a nuestra madre o a las personas que están cerca de nosotros a emitir esos #sonidos que, seguramente, en ese momento no comprendíamos totalmente, pero poco a poco fueron tomando sentido e incorporándose a nuestras vidas.
Es sorprendente que a partir de la incorporación #lingüística en nuestra temprana edad comenzamos, de forma aleatoria, siguiendo un modelo conocido como #caosmatemático, una adaptación y creación radiante. Este desarrollo suele provocar en los adultos gran desconcierto, habrá niños y niñas generando #palabras de todo tipo: palabras a las que llamamos normales, sin sentido, abstractas, irrisorias, inclusive algunas casi ofensivas. Seguro hemos vivido algo así con nuestros hijos, sobrinos, vecinos o, incluso, de forma fugaz en algún lugar público.
#Palabras, palabras y más palabras, las cuales vamos generando día a día con #reglas establecidas, patrones aprendidos y, seguramente, con algunos vicios aprendidos. Las personas más osadas y creativas van cuestionando y creando sus propias reglas. Bastante interesante y, por supuesto, complejo este don dado de forma excelsa a los humanos para #comunicarse y expresarse.
Por tal motivo te invito a una reflexión: ¿Te comunicas asertivamente y de forma empática? Es un #arte dominar este tipo de comunicación, sobre todo, conforme lo vamos logrando y desarrollando, al mismo tiempo estamos brindando a nuestro entorno un mundo mejor comunicado, más cordial, familias más integradas y funcionales y, lo más importante, personas más #humanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario