Por #PedroCastillo
Subdirector de Comunicación y Contenido Audio Visual de #RevistaDivergencia
Estudiante de Comunicación y Medios Digitales en UVM
Hoy, cuando despiertes, observarás una afilada mirada apuntando al vacío. Te levantas parsimonioso, casi levitando, besando el suelo con la planta de tus pies. Te acercas a aquella figura mítica, contemplativa, que con su enigmática visión es capaz de inmiscuirse en las profundidades del cosmos. Estamos hablando de tu #gato.
Antes de comenzar el diálogo con tu gato, es mejor que te prepares una buena taza de café con leche y un cuadrito de #chocolate amargo, que se derretirá con el calor del agua. Recomiendo que cuando te sientes junto a tu #gato le acaricies la barbilla o detrás de sus orejas. Así romperás el hielo para empezar a platicar de #poesía con tu gato.
Empieza fuerte. Pregúntale a tu gato cuáles son sus poetas favoritos. Él quizá no te miré, pero lo más probable es que te mencione nombres como #NicanorParra, Arthur Rimbaud, Tess #Gallagher, Gabriel Zaid, #GabrielaMistral, el grupo de Los Contemporáneos, Kawabata, Forugh #Farrokhzad y Alejandra Pizarnik, por mencionar algunos.
Tu gato te dirá que la poesía es una tierra de #ensueño que se gana. ¿Y dónde está esa #tierra? preguntas de inmediato. Tu gato dará el primer vistazo a tus ojos inocentes. No tarda en responder que la tierra de los poetas está en los sueños de los perros, de los gatos, de los locos, dentro de habitaciones de madera rodeados de penumbra. La #poesía es el tesoro de lo #cotidiano, custodiada por la mirada de los gatos.
¿Una utopía #metafísica? Probablemente, pero es que la poesía, el camino de la poesía, es abrir los ojos ante la representación metafísica de la realidad. Las figuras y las cosas salen de la cárcel de sus definiciones para volverse libres en el mundo de las ideas. ¿Con qué objetivo? Con el objetivo de sacudir la realidad imperante, y visualizar las figuras y las cosas desde otros planos, desde otras suposiciones, desde otras realidades.
Paul Auster bien plasma en su obra #LaTrilogíadeNuevaYork esta representación metafísica de las figuras y las cosas, específicamente en la parte de #CiudaddeCristal, cuando Quinn, el protagonista, se cuestiona la función de un #paraguas sin tela. ¿Puede el esqueleto de un paraguas seguir llamándose paraguas? Su tela está rota, prácticamente inexistente, su función principal ya no existe, por lo tanto, se ha transformado en otra cosa. ¿En qué cosa? Paul Auster menciona en su novela que los hombres inventan palabras para encasillar funciones, pero no para cuando las funciones dejan de existir.
Si seguimos por esa métrica, podríamos decir que, si uno decide taparse de la lluvia con un libro, o con la tapa de un bote de basura, automáticamente estos objetos se transforman en paraguas, pues están cumpliendo la función de un paraguas, aunque su forma sea totalmente diferente.
Por supuesto que, para este momento, tú y tu gato ya estarán preguntándose qué es cada cosa, qué es la función de cada cosa. Pues para eso tu gato tratará de convencerte que el deber de la poesía no es obligarte a #encasillar funciones ni de inventar funciones a lo loco, sino de poder ver otros potenciales, no sólo en las cosas, también en las personas y en la vida misma. La poesía es un juego de cosas y funciones, un #rompecabezas que es capaz de mutar cuantas veces sea necesario.
Tu #gato ahora está cansado, pues los cálidos rayos de sol acarician su pelaje. También tiene hambre, pero tiene más sueño que hambre, y te pide de favor que cuando despierte le sirvas una de esas jugosas latas de carne con trocitos de queso.
Suficiente poesía por el momento. ¿Qué opinas si mejor seguimos charlando de gatos? Espera un momento… tú no tienes gatos.
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