Por: #MelanieHernández
Est. Lic. Ciencias de la Comunicación #UNAM
Colaboradora de #RevistaDivergencia
El pasado 28 de marzo en Tulum, Quintana Roo, tres #policías asesinaron a Victoria Salazar, una mujer salvadoreña de 36 años acusada presuntamente de alterar el orden público por estar en estado de ebriedad, siendo #sometida por uno de ellos hasta su muerte.
Lamentablemente, este tipo de casos de #abuso de poder no son algo nuevo en nuestro país. Podemos ver hace cerca de un año, en mayo de 2020 que #cuerpos judiciales golpearon a un hombre con tal brutalidad que provocó su #fallecimiento solamente por no usar cubrebocas en la calle, su nombre era Giovanni López.
Otro caso real con el que podemos ejemplificar esta clase de situaciones, sucedió en agosto de 2019 cuando un grupo de cuatro #policías #violaron a una menor de edad en Ciudad de México.
Es aquí cuando debemos preguntarnos, ¿entonces qué pasa? ¿Ahora debemos cuidarnos de los delincuentes de la calle y de aquellos que usan #uniforme también? Simplemente no debemos aceptar que esto ocurra hasta llegar al punto de que se vuelva algo cotidiano y dé lugar a la #impunidad.
Respecto a la difusión que se le ha dado al caso de Victoria Salazar, existe una diferencia partiendo de la nacionalidad de las #víctimas hasta que los mismos mexicanos no le han prestado la misma atención como lo fue con el caso de George Floyd, en mayo del pasado 2020 en Estados Unidos.
Este fue un claro ejemplo del #racismo por la diferencia de nacionalidades entre una víctima y la otra. Es decir, el pueblo mexicano es capaz de voltear a otros lados y enterarse de lo que sucede, pero le cuesta comprender la #realidad de lo que le rodea.
Finalmente, en cuanto al caso de Victoria, no debemos olvidar el nombre de esta mujer, quien como víctima de #feminicidio dejó huérfanas a sus dos hijas. Difundamos lo que le sucedió, exijamos #justicia para ella y no permitamos que la historia se repita.
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