Por: #MónicaGarcía
Est. Lic. En administración de negocios #SistemaEducativoCentroUniversitarioIberoamericano
Colaboradora de #revistaDivergencia
Como usuarios en las diferentes #redes sociales que existen, estamos acostumbrados a ver la vida de los demás siendo perfecta y en algunas ocasiones deseando ser o tener lo que tienen los demás.
No sólo se trata de utilizar los #filtros para tener una mejor apariencia física, sino también de adornar nuestra vida mejor y dar una apariencia de perfección, claro, utilizamos las redes para compartir momentos divertidos e inolvidables, pero realmente no se muestra lo que en realidad hay detrás de todo.
Hacemos creer que tenemos una #vida perfecta, pero no es así, en los últimos meses se ha hablado de la transparencia en redes, en aceptar que no todo es color de rosa y de alguna forma aceptar y no juzgar a los demás. Algunos «influencers» en Instagram han hablado del tema sobre que es normal mostrarnos tal y como somos, sin necesidad de filtro para vernos mejor o enseñar sólo lo bueno de nuestro día; es aceptable también hablar de nuestros problemas, de demostrar que también hay días malos y que no tiene nada de malo expresarlo.
Estamos viviendo momentos en los que es preferible ignorar los #problemas que buscar una solución y es mejor sólo mostrar las cosas positivas que las negativas, pero también debemos mostrar la realidad de las cosas; la vida no es perfecta y por más que traten de ponerle filtros y de decirnos que nada está pasando debemos de conocer la verdad y de aceptar la realidad.
Así que aceptemos la vida sin filtros, aceptemos la realidad y recordar que no todo lo que está en las redes es cierto y perfecto. No obsesionarnos con tener una vida perfecta y sin problemas. Hacen falta los días malos para darte cuenta de lo bonito que son el resto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario