Por #RaúlMejía
Est. Lic. Derecho #UAEMEX
Colaborador de #RevistaDivergencia
La Constitución Política de México establece que para ser #diputado federal se debe de tener 21 años cumplidos al día de elección, requisito que fue reformado. Anteriormente se establecía la edad de 25 años. En el caso de los senadores la Constitución establecía tener mínimo 35 años. Sin embargo, este requerimiento se reformó en dos ocasiones; primero a 30 y posteriormente a 25 años. La última reforma causó #polémica, debido a que se dejó entrever que fue una negociación política para que Jorge González Torres, hijo de Emilio González Martínez, fundador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), logrará ser senador en el año 2000.
Estas reformas buscaban que los #jóvenes participaran en cargos de representación popular, pero a más de dos décadas no se alcanzó el objetivo. Si bien, bajaron la edad para participar en las elecciones, los #partidos políticos no lograron construir el andamiaje para incluir a los jóvenes como candidatos a los puestos de elección popular.
Hoy en día, la #edad promedio de los legisladores en el Congreso de la Unión es de 51 años, aún cuando la edad media de los mexicanos es de 25 años, es decir, tenemos un órgano de representación 25 años más viejo al de la población actual.
En nuestro país, los #jóvenes no son tomados en cuenta como candidatos a cargos de elección. Incluso la #política es considerada como un espacio para personas de experiencia, es decir personas de mayor edad, aunque la edad no significa madurez. En este sentido, los jóvenes son #utilizados y manipulados, lo cual hace que se alejen y no participen al interior de los partidos políticos. Pero la #participación de los jóvenes es benéfica para la sociedad, la presencia de ellos en la toma de decisiones favorece a todos los ciudadanos.
Por otro lado, hace unas semanas se dio una #decisión favorable que motiva a la participación ciudadana por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), encabezado por Lorenzo Córdova. El Consejo General aprobó lineamientos con los cuales obligó a los partidos políticos a registrar al menos a siete mujeres a las quince candidaturas a gobernaturas que se renovarán en las próximas #elecciones del 2021 para reforzar la paridad de género.
Sin embargo, fueron duramente cuestionados, el argumento inicial fue que el INE no tenía la facultad de #creación de normas. Además de que la Constitución prohibía hacer reformas electorales 90 días antes del proceso electoral. Empero, a pesar de que se interpusieron los recursos correctos y acudieron ante las instancias necesarias, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) vinculó a los partidos políticos a que «en la postulación de sus candidaturas a la gobernatura del presente proceso electoral hagan efectivo el principio de paridad».
Si bien, el INE se aventuró con éxito a expedir lineamientos en materia de #paridad género para las gobernaturas de los estados, pero ¿Por qué no se vuelve aventurar con otros lineamientos que obliguen a los partidos políticos a incluir a los jóvenes como candidatos a los puestos de representación popular? De darse esta situación, los #jóvenes tendrían la posibilidad de presentar iniciativas acordes a sus necesidades, con lo cual tendrían más oportunidades, entre otras cosas, a la educación, a la cultura, el deporte y a la tecnología. Todo eso, favoreciendo el #sistema democrático, representativo y participativo en nuestro país.
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