Lic. en Derecho #CESINTER
Colaborador de #Revista Divergencia
Fueron los antiguos Babilonios quien, en sus palacios y grandes ciudades, con conocimiento avanzado para la época de lo que hoy denominamos #hidroponía, implementaron jardines flotantes, es decir, toda la materia verde (plantas) que adornaban esos jardines no estaba sobre una superficie terrestre fija, sino que del tallo a la raíz de la planta flotaba en el agua; sosteniéndose con técnicas diversas.
En los últimos años en México, como en el mundo, pareciera que estamos retomando todos aquellos saberes que florecieron en la historia antigua de la humanidad, en conjunto con los conocimientos modernos.
México es uno de los tantos países que ha implementado el uso de las famosas #azoteas verdes, así como las diversas infraestructuras que se han pintado de materia verde y que han adornado la Ciudad de México, dando una mejor vista panorámica para los ciudadanos y turistas.
Un lamentable suceso que causó daños materiales, fue el ocurrido al sur de la Capital Metropolitana, cuando por el mal cálculo de peso, al colocar una azotea verde, se derrumbó parte de una plaza comercial. Por otro lado, la azotea del edificio, sede del Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), se ha sumado a las mencionadas azoteas verdes y, con ello, reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el cual, es uno de los principales objetivos.
Te invito a participar en esta iniciativa y combatir el cambio climático, puedes asesorarte con un ingeniero agrónomo para una correcta instalación y evitar catástrofes o, si lo prefieres, con conocimientos y usos básicos, utilizar la azotea como un jardín que no sólo combata el dióxido de carbono, sino que también atraiga polinizadores y, con ello, ayudar al planeta y a los seres que se extinguen día con día.
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