Por: #LilyAguilar
Est. De Sociología #UNAM
Colaboradora de #RevistaDivergencia
«No», la #palabra que más escuchan sus pequeños oídos. No grites, no corras, no tengas tiempo, no molestes, ¿no existas?. Olvidamos escucharles, olvidamos su importancia y hemos olvidado #dignificar las infancias.
En el mundo actual, principalmente en las ciudades, la #concepción del tiempo continúa modificándose, todo es apresurado, hasta nuestra #existencia. Los padres y madres de familia, ante la #precariedad laboral, deben ir a trabajar en largas jornadas sumadas a extensos trayectos.
Otras madres, por su parte, se enfrentan a las #desgastantes labores domésticas. Los adultos estamos cansados y sin tiempo para ellos. ¿Cómo ser niños en un mundo de adultos?
¿Cómo ser niños en un país tan #inseguro?, y de ahí vienen los «no». Los #espacios se vuelven inseguros, los parques se llenan de #jóvenes drogadictos o delictivos, el andar en bicicleta resulta una oportunidad para ser privado de tu libertad y hasta en la propia escuela se presentan #agresiones de diferentes tipos.
El #escuchar a nuestras niñas y niños nos permitirá descubrir lo inteligentes que son, las habilidades que tienen y que puedan #externar aquello que los lastima o preocupa. Deben ser tratados con el mismo #valor y respeto que los mayores, reconociendo sus necesidades, así como las formas de expresarlas, generalmente llorando.
La #dignificación de las infancias no sólo es un discurso, es un #actuar diario que busca crear espacios y #condiciones para que nuestros niños y niñas vuelen alto.
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