SOBRE EL ENTENDIMIENTO Y LA FE

Por: #JosuéGallardo

Lic. Pedagogía #UNAM

Colaborador de #RevistaDivergencia

¿Alguna vez has pensado que la #fe y la razón no se llevan entre sí? Bueno, creo que no fuiste el primero en pensar algo así, resulta que muchos filósofos han escrito sobre eso a lo largo de la historia. Especialmente para John Locke, la facultad de #pensamiento reflexivo depende de las acciones morales, es decir, el desarrollo del entendimiento se encontraba en el proceso mismo.

El #razonar es una facultad en la cual se construye una verdad o una visión del mundo, por eso, es cierto cuando dicen que cada cabeza es un mundo; cada persona puede tener una perspectiva diferente a la verdad de los demás, es algo loco ¿No crees? ¡Claro! No mucho diferente de lo que habla Kant sobre las cosmovisiones. Cuando una persona cree en un conjunto de #creencias fundamentales que explican la vida, eso es una cosmovisión.

Sin embargo, las #cosmovisiones deben explicar coherentemente todas las respuestas de la vida en cuanto teológica, epistemológica, axiológicamente.

Pero no sólo es eso, sino que se ve reflejado en el actuar día con día de cada persona, por ejemplo, hay quién piense que el #estrés no existe y que sólo está en la cabeza. Supongo que si le tocara a esa persona estar enferma de cáncer, debe repetir en su cabeza que no existe y actuar coherentemente… Es bastante difícil pensar así...

¿Conoces un #fanático religioso? Supongo que sí, tal vez piense que no tiene razón o que está loco, a lo mejor y sí, pero no seas duro con él, hay dos cosas que quiero aclarar; la primera es que cuando una persona tiene más #apego emocional a la familia y a la cultura -y la necesidad de eso es extraordinariamente- mucho más que ser coherente y pensante, según, Miguel Nuñez, seguramente las personas repiten tradiciones sin reflexionar el «¿Por qué las hacen?» y si no pueden contestar, dejan de ser simbólicas y sin sentido. En cambio, una persona que en pleno raciocinio decida por convicción cambiar actitudes, comportamientos o prácticas por fe, que no tiene que ver con algo que pueda ver, sino la seguridad de que es verdad, entonces merece el respecto.